Que remezón!!!!

Que difícil comenzar a hablar sobre todo lo vivido en la ultima semana después que nuestra tierra haya sido azotada por un terremoto y luego un tsunami.

Gracias a Dios nosotros no sufrimos daños estructurales, tampoco hubo rodados en el cerro en que vivimos, nadie se accidentó y nuestras familias de origen salieron airosas de semejante remezón.

Actuamos calmadamente cuando comenzó el temblor, mi amor llegó antes al dormitorio de nuestro hijo, por lo que yo seguí derecho al umbral de entrada a nuestra casa, saqué el picaporte, abrí la puerta y los tres nos paramos ahí sorprendidos por la luz de la luna y el agua de la piscina que saltaba fuera de esta como si la estuviesen sacando con baldes. Las perras salieron enfadadas a ladrar mientras Mateo se quedó tranquilo en su sillón preferido observando como nosotros nos moviamos con el movimiento de la tierra.

El ruido subterraneo increible, me hacía sentir como la tierra vibraba, inmediatamente después que termina nos percatamos que la mitad del piso de la cocina estaba con el agua derramada de los platos de los perros y al mismo tiempo comentabamos que no había sido un temblor sino un TERREMOTO.

Encendimos la radio del auto y al poco rato llegó la Presidenta a la oficina nacional de emergencias, ratificaron nuestro pensamiento con 8.8 grados, en nuestra zona solo fueron 8 grados, mi hijo con su temor frente a un nuevo remezón no volvió a conciliar el sueño, nosotros tratando de digerir lo que estabamos escuchando, no teniamos luz y sabiamos que con ello se vendría la falta de agua, comenzamos inmediatamente a controlar ese recurso, el agua de la piscina nos serviría para los baños y bañarnos.

Pasaron los días y seguiamos sin luz y tampoco teniamos agua, los baños al más puro estilo del lejano oeste pero con agua fria, mi marido con una lamparita muy pequeña al lado del espejo afeitandose.....nuestro grupo de amigos todos estaban bien.

Poco a poco seguimos enterandonos que este señor llamado terremoto no se conformó con habernos despertado a las 3:30 de la madrugada, si no que nos envía un tsunami, gracias a Dios nosotros vivimos lejos del mar y las playas, pero nos fuimos enterando que pueblos chicos muy pintorescos terminaron completamente desaparecidos, su gente se queda ahí para levantar sus casas y construirlas de nuevo.

Ya han pasado mas de 24 horas, mi prima desde santiago nos llama para saber que nos podría comprar en el supermercado, de todo pues el día viernes no fui por la compra del mes y tampoco las verduras, nos compro papel higienico que quedaban solo los rollos que estaban en los baños, servilletas, pilas y arroz, de regalo nos tenía puré instantaneo.

Llegamos buscar nuestros viveres, aprovechando un saqueo energetico para cargar celulares y computadores.

Ahi vimos las primera imágenes, entre ellas constitución donde tantas veces ha ido mi marido a trabajar en la planta de celulosa, completamente desaparecido, es decir de las 32 instalaciones de la fabrica de celulosa solo una está funcional, aún así la empresa dona casi 3 millones de dolares.

Durante la semana seguimos sin los recursos minimos necesarios, bañandonos con agua fria y sitiendo por medio de la radio del auto el dolor ajeno.

Recordaba nostalgicamente que en mi juventud llegaba y partía frente a una situación así, ahora en mi rol de madre, me sentía amarrada pero no imposibilitada de ayudar

Mis audifonos me acompañaron junto a la radio a pilas y mi angustía hizo que me idra un ataque de reorganizar todo en la casa, solo se cayó un porta compac disc y un televisor, nada se destruyó, pero tuvimos que botar toda la reserva que habia en el congelador.

Viernes en la tarde nos llega la luz y en la madrugada del sabado el agua pues oiamos otser las cañerias.7 días sin agua y luz, leer fue nuestra compañia, pero nada sanaba el dolor de quienes lo perdieron todo incluso sus familias.

Un Chile ayuda a Chile le ha dado un broche de oro y diamantes a nuestra tierra pues el pais se ha unido más que nunca para Levantar a nuestro Chile.

La naturaleza nos ha azotado con una magnitud de 8.8 grados pero nosotros con 20 grados nos hemos puesto de pie para seguir disfrutando la vida que con nosotros se ha quedado.