FE !!!!

Ay!!! Me he vuelto una blog adicta, es que me gusta leer entretenido, como vivo lejos de la ciudad ha sido una buena forma de encontrar una lectura rápida, entretenida y en las cuales puedo comentar, aunque no estoy segura si aporto o doy dolores de cabeza.

Dentro de todo lo que he leído en este tiempo, he visto una y otra vez esta enorme palabra, escrita textualmente o dejando en claro en los testimonios, que la Fe existe.

No es solo la definición religiosa de esta enorme palabra, pues me puse a pensar desde cuando la conozco, es desde que tengo memoria.

Así es, nacemos y en los primeros seres que confiamos son nuestros progenitores, los primeros elementos que nos dan confianza son sus brazos… que nos acogen, nos dan calor, nos acunan y nos acarician.

Luego la vemos cuando comenzamos hacer amigos, creemos en ellos y también confiamos, comenzamos a trabajar inconcientemente para que otros confíen en nosotros, ahí es cuando comenzamos a practicar la Fe.

Si tuviera que buscar la mejor definición de esta pequeña pero enorme palabra sería… Creer a pesar de todo… pues viene de confiar, de fiarse, de creer.

Cuantas veces la he visto, la he tocado y la he sentido… cuantas veces me ha levantado y me ha hecho luchar y trabajar por lo que es gratuito…. El amor a mí, a los demás, al prójimo, a quien lo necesite.

Después vino el conocimiento religioso, pero solo fue posible porque ya antes mis abuelos y mis padres me enseñaron a creer, a rezar, a orar y fiarme de la voluntad de un Dios. Todo este conocimiento no hubiese sido posible si yo no hubiese visto en ellos su testimonio de vida de la mano de la Fe.

Cuando por primera vez conocí el amor de adolescente, yo tenía Fe de que ese joven me amaba, ufff!!!! Cuanto me dolió cuando me dijo adiós… pero mi Fe no se derrumbó, al contrario me ayudó a levantarme.

Ya mi fe no era solo para relacionarme, sino también para creer en que mi trabajo de sacarle los piojos a los niños de bajos recursos era hacer el bien…. Me terminaban odiando, pero no importaba, lo hacía con amor y por ello creía que mi desagradable labor valía la pena. Cuando se acabaron los niños, los cambié por mendigos… compartimos Navidades, mientras mi familia cenaba en casa e intercambiaban regalos, pero yo quería ver el Cristo y lo encontré en los mendigos, ahí descubrí que mi Fe humana se había mezclado con la espiritual…. Ya no era verla de dos forma sino de una sola.

Mi Fe en mi fue la que me ayudó a terminar mis estudios y andar viajando por algunos lugares del mundo sola.

Conocer el mundo de la discapacidad, me enseñó que la Fe nos enseña a aceptar la voluntad de Dios y descubrir que en algo que todo el mundo ve tan trágico, se conoce la simpleza de la vida y el amor por esta misma, es como descubrir una esencia de aromaterapia, te das cuenta que lo que para muchos es terrible para esas familias es una historia de amor mejor que cualquiera de las que puedes encontrar en el Séptimo Arte. Me di cuenta que mi Fe en poder ayudar a los demás, tenía excelentes resultados y no me desilusionó.

Apareció el amor de mí vida, al decir Sí en el altar, le estaba diciendo si tengo Fe en ti, en nuestro amor y en nuestro proyecto de vida y familia. Así fue como la Fe mutua de ambos nos entregó un fruto que además estaba relleno de amor, ese fruto tiene 9 años. Me dí cuenta con nuestro fruto, que él también me tenía Fe, así como yo le tuve Fe a mis padres.

Ahora en este camino infértil, la Fe me acompaña nuevamente, acoge mi perdida de audición, y aún así no me permite bajar los brazos, solo me permite tomarme un descanso.

La Fe me ha enseñado, que pensando en positivo mis sueños se harán realidad, tenlo por seguro que así será.

Yo tengo Fe, y tu???